jueves, 28 de noviembre de 2013

1er DOMINGO DE ADVIENTO - CICLO A

ADVIENTO: TIEMPO PARA PEREGRINAR





La peregrinación en sus diferentes formas es el símbolo más adecuado para entender la vida del hombre, que se percibe fundamentalmente como camino hacia la eternidad, la verdad y la plenitud.


Casi siempre nos referimos al tiempo de Adviento haciendo eco a las palabras de Juan Bautista: Tiempo para preparar el camino del Señor, tiempo para allanar y enderezar la ruta.  La liturgia de la Palabra de este primer domingo de Adviento del ciclo A nos centra, a mi parecer, en el lugar preciso a donde conduce la senda que preparamos. El objetivo no es la vía, si bien hay que esforzarse por enderezarla y limpiarla, la meta no es quedarnos en esta labor. Lo grande del adviento está en la culminación, el lugar hacia donde se peregrina y la persona a la que corremos a encontrar. 
 
1. Peregrinar y habitar en Jerusalén

No cabe duda que Jerusalén es ante todo un lugar geográfico, físico, localizable en un mapa. El lugar al que todo creyente tanto judío como cristiano quiere dirigir sus pasos en peregrinación. 
Isaías nos presenta una imagen muy linda de Jerusalén como lugar de donde emana la Palabra del Señor y como lugar imantado que atrae por su propia fuerza a todos los pueblos hacia ella. Todos son acogidos en esta Casa, todos tienen en ella su lugar, todos tienen derecho a gozar de su paz.
 * ¿Hacia dónde peregrino?
* ¿Cuál es el propósito de mi peregrinación?
 
 2. Estar en el Monte de los Olivos

Sin monte de los Olivos no se habla de Mesías, este es el lugar que los profetas marcan como su descenso seguro hacia la ciudad santa (Za 14,1-9). Estar  en el monte de los Olivos equivale a estar atento a las señales que hablan de la llegada del Señor.  Estas señales no son siempre fáciles de interpretar, nos confunden, nos hacen ir más allá para ser leídas en clave escatológica. 
 
* ¿Existen señales en mi vida, en mi entorno, que me exijan una lectura nueva, desde la fe ?
 
3. Aprovechar la influencia y la santidad de los lugares, los tiempos y las personas

Sabemos como principio que solo Dios es santo y sabemos también que solo uniéndonos a la santidad suprema podemos acogerla en nosotros. Ella es fruto de la receptividad divina.
Una forma de santidad se encuentra en los lugares habitados por Dios y los hombres que lo buscan. En la Escritura la santidad de los lugares posee una dinámica concéntrica, de lo pequeño a lo grande y de lo grande a lo pequeño. Parte del Santo de los Santos, hacia el Templo entero, prosigue con la ciudad de Jerusalén, se abre a Judá y por último al Mundo entero. Pero hay siempre una búsqueda del lugar por excelencia del que emana la santidad y por ello se da un retorno al centro.
Existen también tiempos que marcan la santidad, ritmos que van dando cadencia a la vida litúrgica de la comunidad creyente y tiempos personales que dan consistencia a la vida del creyente.
Por último se debe hablar de una vida de santidad que es en la que todo se integra.
 
* ¿Lugares, tiempos y vida se integran en mi búsqueda del Señor?
 
4. Acoger al Mesías

El fin último de nuestra peregrinación, de habitar la santidad y de ir trasformando nuestra existencia en una vida santa es el encuentro con el Mesías. Encuentro cotidiano y gran encuentro final.  Por encima de todo tiempo y lugar, la razón más profunda de la peregrinación cristiana es la conversión al Dios vivo a través del encuentro consigo mismo. Así peregrinamos hacia el Mesías y él se hace camino hacia nosotros en cuanto nos abrimos camino por la historia para llegar hasta donde está él: “Si Él no hubiera tenido voluntad de ser camino, extraviados andaríamos. Hízose, pues, camino por donde ir. No te diré ya: ‘Busca el camino’. El camino mismo es quien viene a ti. Levántate y anda” (SAN AGUSTÍN, Sermón 141,IV,4).   
 * ¿Es Jesús de Nazaret verdaderamente el Mesías para mí?
* ¿Qué implicaciones trae en mi vida
el reconocerlo y caminar hacia él?
 



miércoles, 13 de noviembre de 2013

DOMINGO XXXIII - CICLO C


DOMINGO XXXIII – CICLO C
                                                    UNOS PUNTOS DE REFLEXIÓN

 Malaquías 3, 19-20ª
Miren que llega el día, ardiente como un horno, cuando arrogantes y malvados serán la paja, los quemaré el día que ha de venir, dice el Señor Todopoderoso, y no quedará de ellos ni rama ni raíz.
Pero a los que respetan mi nombre ymiv. yaeÛr>yI  los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas.

 Lucas 21, 5-19
5 En aquel tiempo, algunos elogiaban el templo por sus piedras hermosas, por las ofrendas que lo adornaban. Jesús les dijo:
6 Esto que contemplan, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.
7 Ellos le preguntaron: Maestro, ¿Cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?
8 Él contestó:  Cuidado con que nadie los engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, ovno,mati, mou diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca"; no vayan tras ellos.
9 Cuando oigan noticias de guerras y de revoluciones, no tengan miedo.
Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.
10 Luego les dijo: Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
11 Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.
12 Pero antes de todo eso los detendrán, los perseguirán, entregándolos a las sinagogas y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por mi nombre. ovno,mato,j mou\
13 Así tendrán ocasión de dar testimonio.
14 Hagan el propósito de no preparar su defensa,
15 porque yo les daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario.
16 Y hasta sus padres, y parientes, y hermanos, y amigos los traicionarán, y matarán a algunos de ustedes,
17 y todos los odiarán por causa de mi nombre. o;noma, mouÅ
18 Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con su perseverancia salvaran sus almas.
19 Gracias a la constancia salvaran sus vidas.


 ·         Antes que nada traté de arreglar la traducción teniendo en cuenta el texto griego de Lucas y el hebreo de Malaquías, me parece que ya es hora de traducir en castellano corriente sobre todo si es para nosotros latinoamericanos, así como habla el texto.
·         Teniendo en cuenta el original vemos que resalta en los dos textos la relevancia del Nombre del Señor, al lado de cada expresión coloqué el original hebreo y griego que traducen exactamente lo mismo. Esta expresión aparece cuatro veces por cuanto pide atención. Creo ver aquí una insistencia en el respeto, el uso y la consecuencia para el creyente que profesa la grandeza del nombre divino. Esto es muy fuerte en el judaísmo, recordemos la oración del Padre Nuestro. El nombre de Dios se santifica.

·         Siendo un texto apocalíptico y empleando su lenguaje, pone en evidencia un día que debe llegar y que todos esperamos, ¿Cuándo llegará? ¿Cómo llegará, con qué señales? Son las grandes preguntas que nos rondan, son preguntas importantes pero a las que realmente Jesús no da respuesta. No hay nada preciso.

·         Yo diría que esa pregunta por el futuro que nos apremia siempre, no nos deja ver el presente y no nos ayuda a vivirlo con radicalidad. Es algo así como la introducción al texto de Lucas, versículo 5, en la que algunos se quedan viendo las apariencias efímeras: bellas piedras y adornos. Jesús va más allá, lo importante no son las piedras sino la Presencia. La belleza de la casa no puede impedir que la Presencia divina se pierda. Lo importante es la Presencia. El pensar en el final de los tiempos no puede impedirnos vivir el presente.

·         Jesús nos asegura su ayuda varias veces: no tengan miedo (9), Yo les daré las palabras necesarias (15), nada en ustedes perecerá (18), por su constancia alcanzaran la salvación (19).

·         ¿Entonces por qué hacer de este texto de confianza en el Nombre de Dios que invocamos cada día un texto para solo leer catástrofes?

 
Fraternalmente Ana Francisca

miércoles, 16 de octubre de 2013

DOS PARABOLAS EN LUCAS 18: El juez injusto y la viuda - el farisero y el publicano

Las dos parábolas que se siguen en el capítulo 18 de Lucas: EL JUEZ INJUSTO Y LA VIUDA y EL FARISEO Y EL PUBLICANO, no pueden ser leídas separadamente.

Las dos están unidas por la pregunta del versículo 8: Cuando llegue el Hijo del Hombre ¿encontrará esa fe en la tierra?

Son dos parábolas que parecen gemelas: tienen una introducción (versículos 1 y 9) en la que se nos dice la intención de Jesús al contarlas, lo que debe hacer el creyente. Tienen una conclusión (6-8 y 14) en a que se nos dice lo que Dios hace.

Las dos parábolas tienen dos personajes, uno que se cree sin necesidad de Dios y de los otros pues se basta a si mismo y otro que suplica la atención de quien puede escucharlo y hacerle justicia. Dios es quien verdaderamente hace justicia. Como la viuda, no podemos hacernos justicia a nosotros mismos.

La palabra clave en estas dos parábolas es justicia y su derivado justo.

En hebreo Tzedeq es justicia, de aquí sale Tzadiq, justo.
La palabra Tzedeq traduce al mismo tiempo inocencia, equidad, verdad, bondad, favor y gracia. atributos propios de Dios que es la Justicia misma.
El creyente está llamado a ser justo Tzadiq que traduce también: piadoso, virtuoso, inocente, favorable. 

Podríamos decir que estas dos parábolas nos hablan de la vocación propia de Dios, el Justo por excelencia: Hacer justicia a sus elegidos.
Y la vocación de los elegidos de Dios: Ser justos en su existencia y con sus hermanos.     

domingo, 15 de septiembre de 2013

LOS SEIS DIAS DE LA CREACION


SEIS   DÍAS PARA MODELAR Y ORGANIZAR EL MUNDO
Un mundo cada vez más bueno
 
Siguiendo la tradición judía, a partir del árbol de la vida kabalístico, decimos que los seis días de la Creación y los seis mil años de existencia del mundo representan los seis atributos Divinos básicos: Bondad (Jésed), Rigor (Guevurá), Belleza (Tiféret), Victoria (Nétzaj), Gloria (Hod) y Fundamento (Yesod). De acuerdo con Najmánides, estos seis mil años reflejan los seis días de la Creación. Inclusive compara los sucesos de cada día y su correspondiente milenio.

La palabra creación es verdaderamente apropiada para cuando el hombre es creado. Dios obró y moldeó durante seis días hasta que el mundo fue suficientemente preparado para ser habitable por el hombre. El hombre entra en el relato en el sexto día, por ello la tradición no emplea una expresión que se pueda traducir por los seis días de la creación.

Se habla tradicionalmente de sheshet yemei hamaasseh,  los 6 días de la obra del comienzo o de maasseh Bereshit, la obra del comienzo simplemente. Los rabinos dicen que la Briah, la creación,  no duró seis días sino un instante.

Dios crea por su palabra, el habla. Dios crea separando (4 veces), distinguiendo. El principio de separación por excelencia es la luz. No hay que confundir la luz del día uno con la luz del día cuarto, la luz del día uno es diferente de las luminarias del cuarto día, después del tercer día en que se crean las plantas y los animales en quienes ella juega un papel especial. El tercero y el sexto día son días de doble creación y de doble evaluación positiva. Dios ve que es bueno.

Se da una simetría, dos veces tres días más un día el shabat. La primera secuencia se termina con las plantas y la segunda con el hombre.

La creación se desarrolla de manera muy lógica en tres momentos: se da un proyecto de creación en el que Dios piensa, proyecta, desea. Luego viene la realización, los deseos de Dios se cumplen y al final aparece la evaluación, Dios ve que lo ejecutado es bueno y hasta muy bueno.

La luz está presente en el inicio de cada secuencia. Primer día y cuarto día. Si en la primera secuencia se habla de separación sin posibilidad de movimiento en los seres creados, en la segunda ésta se deja ver por el desplazamiento o no desplazamiento que va in crecendo hasta llegar al ser  humano que es libre.

Este relato construido con cuidado y coherencia no solo describe una cosmología, los sabios dicen que hay una creación antes de la creación Pr 8,22: la creación de la Torah que ha precedido la creación del mundo. La Torah es el plan necesario para la construcción del mundo (Rashí) así se entiende Bi-reshite, con la ayuda de la Torah, del comienzo, Dios crea. La Torah ha precedido la creación pero no ha precedido a Dios.

La creación es el acto de la suprema bondad divina que lleva a la cima de la creación: el hombre bueno por naturaleza. Toda la obra creadora es buena, en ella no hay nada que no lo sea, incluso las bestias y los animales más desagradables para el hombre como son aquellos que se arrastran, son buenos y tienen su espacio en la creación.  

 DÍA UNO – día para ordenar

En el primer día de la Creación, brilló Jésed (Bondad); por lo tanto, ese día fue creada la luz infinita. Del mismo modo, los primeros mil años de historia fueron asimismo un período de bondad -jésed-. La Divinidad abundaba, las personas vivían largamente y "eran alimentados por la bondad del Santo, bendito sea".

 1 1 En el principio del crear de Dios los cielos y la tierra. 2 Cuando la tierra era confusión y vacio, con oscuridad sobre la superficie del abismo, y la respiración de Dios planeaba sobre la superficie de las aguas. 3 Entonces  Dios dijo: «Haya luz», y hubo luz. 4 Vio Dios que la luz era buena, y Dios separó entre la luz y la oscuridad; 5 y Dios llamó a la luz Día, y a la oscuridad la llamó Noche. Y hubo anochecer y hubo mañana, día uno.
El versículo 1 ya nos habla de la totalidad de la obra divina, cielos y tierra muestran los dos polos del mundo creado.
El día uno es un día para dar inicio a la obra armoniosa, para ello es necesario ordenar, iluminar, dejar que la respiración divina actué.
Se va de la noche a la mañana, como es organizado el día judío, desde la noche se prepara el día.

SEGUNDO DÍA – día para purificar, sanear

El segundo día, la Guevurá (Rigor) se tornó activa, y de ello resultó la separación entre las aguas inferiores y las aguas superiores. A su vez, los segundos mil años después de la Creación fueron una era de severo juicio, cuyos puntos máximos fueron el gran Diluvio y el episodio de la Torre de Babel.

6 Dios dijo: «Haya expansión en medio de las aguas, y que separe las aguas de las aguas». 7 Dios hizo la expansión; y separó entre las aguas que estaban debajo de la expansión, y las aguas que  estaban por encima de la expansión. Y fue así. 8 Dios llamó la expansión Cielos. Y hubo anochecer y hubo mañana, segundo día.

Estos versículos se centran en las aguas. En el lenguaje semita agua es siempre nombrada en plural “aguas”. Esta palabra se repite frecuentemente ya que para el pueblo de Israel era preciosa. Tiene una dimensión ecológica fuerte cuando se le relaciona estrechamente con el entorno natural por ser el segundo elemento más importante del planeta. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis hay una gran inclusión del Agua símbolo del Espíritu de Dios. Estos textos son representativos: Gn 1,35; Ap 22,17; Ez 47,1-8; Hch 16,13 (donde no hay sinagoga, la comunidad se reúne a la orilla del rio).
El agua a su vez introduce el tema precioso de la maternidad. La madre tierra está presente y el agua es la representación del Espíritu de Dios.

Una dimensión importante del agua en casi todas las culturas y religiones es su simbolismo de elemento purificador. El agua sanea como lo dice Ezequiel en el capítulo 47. Limpia lo pútrido y hace que el hombre se libere de la podredumbre.
 
TERCER DÍA – día del engendramiento

El tercer día, del que la Torah dice dos veces: "y fue bueno", la Tiféret (Belleza) se manifestó y comenzó la perfección del universo: apareció la tierra firme y la vegetación comenzó a crecer. En concordancia, durante el tercer milenio comenzó a revelarse el propósito de la creación a través del Éxodo de Egipto, la aparición del pueblo de Israel y la entrega de la Torá.

9 Dios dijo: «Que se reúnan las aguas de debajo de los cielos en un solo lugar, y que sea visto lo seco»; y fue así. 10 Dios llamó a la parte seca Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares; y vio Dios que era bueno. 11 Dios dijo: «Produzca la tierra vegetación: hierba que permita sembrar semillas, árbol de fruto que produzca según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra». Y fue así. 12 La tierra produjo vegetación: hierba que permite sembrar semilla según su especie, y árbol que produce fruto cuya semilla está en él, según su especie. Y vio Dios que era bueno. 13 Y hubo anochecer y hubo mañana, tercer día.

En el texto aparece una palabra en hebreo Zera que significa descendencia, en griego esperma concluyendo que Semilla es lo que todo ser viviente tiene dentro de sí que hace posible procrear. Según este enfoque de la palabra semilla todos somos llamados a procrear para dar y prolongar la vida de ahí que es contra natura la manipulación genética tan común hoy en el mercado.

CUARTO DÍA – día de nuestros modelos arquetípicos

El cuarto día, Dios colocó dos grandes luces en los cielos y en el cuarto milenio, los dos Templos iluminaron el mundo.

14 Dios dijo: «Haya luminarias en la expansión  de los cielos, para separar entre el día de la noche, y que sean  para y para tiempos designados, y para días y años;  15 y que sirvan de luminarias en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra». Y fue así. 16 Dios hizo las dos grandes luminarias; la luminaria grande para regir durante el día, y la luminaria pequeña para regir durante la noche, y las estrellas. 17 Dios las puso en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para regir de día y de noche, y para separar la luz y la oscuridad. Y vio Dios que era bueno. 19 Y hubo anochecer y hubo mañana, cuarto día.

Los astros nos ayudan a marcar cada año, días, horas minutos y segundos, nuestras fiestas para organizar la vida tanto en el día como en la noche. El texto bíblico hace alusión a luminarias, astros mayores y menores es decir, los deja neutros a cualquier nominación en particular, no los llama sol o luna. La luminaria gigante es por supuesto el Señor mismo que nos guía y nos ilumina invitándonos a ir hacia el oriente. La luminaria menor y las estrellas son tantas personas que han ido ayudando a orientar nuestra existencia.

Como dice el profeta Daniel: los maestros brillaran como brilla el firmamento, y los que convierten a los demás, resplandecerán como estrellas, perpetuamente. (Dn 12,3)
 
QUINTO DÍA – día de las aguas matriciales

En el quinto día, las aguas se plagaron de criaturas vivientes y las aves volaban sobre la tierra, aludiendo al reinado de las naciones gentiles en el quinto milenio.

20 Dios dijo: «Que las aguas produzcan seres pululantes de alma viviente y aves que vuelen sobre la tierra frente a la expansión de los cielos». 21 Y Dios creó a los grandes monstruos marinos y todo ser viviente, que se arrastra, que las  aguas produjeron según sus especies, y a toda ave según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo diciendo: «fructifiquen y multiplíquense, y llenen las aguas de los mares. Y que las aves se multiplique en la tierra». 23 Y hubo anochecer y hubo mañana, quinto día.

La vida procede del agua, Dios ve que es bueno y por primera vez ordena que la naturaleza viva un acto de procreación. Todos los seres vivos en la creación están llamados a generar vida. En el quinto día Dios bendice la vida que procura vida.
 
SEXTO DÍA – día del ADAM

El sexto día, Dios completó el mundo al crear al hombre. Así también, en el sexto milenio, el hombre perfecto y completo, el Mesías, será creado y revelado. En las palabras de Najmánides: "¡Este es el hijo de David, creado a imagen de Do-s!". Preparar al mundo para la redención es, por lo tanto, la tarea del sexto milenio, en cuyo transcurso el Mesías se revelará.

24 Dios dijo: «Que la tierra haga salir seres vivientes según su especie, bestias y criaturas rastreras, y fieras de la tierra según su especie; y fue así. 25 Y Dios hizo a las fieras de la tierra según su especie, y a las bestias según su especie, y a toda criatura rastrera del suelo según su especie. Y  vio Dios que era bueno. 26 Dios dijo: «Hagamos un Adam con nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y que domine sobre los peces del mar y en las aves de los cielos, y sobre las bestias y sobre toda criatura rastrera que se mueve sobre la tierra.
27 Y creó Dios al Adam con su imagen, con la imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Dios los bendijo, y Dios les dijo: «Fructifiquen y multiplíquense y llenen la tierra y sométanla; y dominen sobre los peces del mar y sobre las aves de los cielos y sobre todo animal que se mueve sobre la tierra».
29 Dios dijo: «he aquí que les he dado toda hierba que produce semilla que está sobre la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto arbóreo que produce semilla; será  alimento para ustedes 30 y para todo animal de la tierra y para toda ave de los cielos y para todo ser que se mueve sobre la tierra en el que haya alma viviente, toda verdura herbácea será alimento». Y fue así.
31 Dios vio todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno. Y hubo anochecer y hubo mañana, sexto día.

Dios crea al Adam, hagamos…hacer al humano a la imagen de Dios, a la imagen de quien no tiene imagen. El humano tiene como función de dominar, si el merita puede dominar pero si él no merita estará bajo la especie animal.
Dios crea lo humano a su imagen, masculino y femenino. A partir de este humano se determinan el hombre masculino y el hombre femenino. Los dos son creados al mismo tiempo. Dios evalúa y ve que es muy bueno. Meod, en hebreo, puede leer como el hombre es bueno, es el anagrama de  Adam. Se  puede leer: y he aquí que el hombre es bueno.
En el segundo relato se nos dice que el hombre se durmió y de una costilla se modelo a la mujer. Los sabios no lo presentan así pues la raíz de sueño es domh, el silencio. Por ello para  que el otro tome la palabra hay que hacer silencio, solo así el otro puede aparecer.

El otro en su dimensión femenina no es una costilla, dice Rashí, como un lado del humano. El Midrash retoma esta idea: cuando el humano fue creado se tomó uno de sus lados y Dios formó la mujer y los colocó uno delante del otro, la dimensión de lo femenino o de lo masculino se descubre cuando estamos frente a frente. (Génesis Rabah 1,8).

Se llamará Isha pues fue tomada de Ish. A los dos los une Esh, el fuego. En hebreo son dos términos que vienen de la misma raíz para decir hombre y mujer. Hay una igualdad inscrita en la gramática hebrea.

SEPTIMO DÍA – día de la plenitud
 
2 1 Así fueron concluidos los cielos y la tierra y todos sus componentes. 2 Dios concluyó en el séptimo día su labor que había hecho, y cesó en el séptimo día de toda su labor que había hecho.
3 Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó Dios de toda su labor, la que Dios había creado para hacer.
 
El shabat, culmen de la obra de Dios, día de relación estrecha entre Dios y el hombre. Todos llamados al descanso para estar disponibles al encuentro. Día para construir nuestro altar a Dios y consagrar, como Él consagro el séptimo día, todo lo recibido en su obra creadora. Por primera vez aparece la palabra consagrar, separar. Es el día de Dios, día en que el hombre debe separarse también, de tanto que lo agita a lo largo de la semana para estar a la escucha de Dios. Este es el verdadero sentido del Shabbat.

 
EL LABERINTO ESPIRITUAL,
UNA MANERA PARA MEDITAR LOS DÍAS DE TU PROPIA CREACIÓN

Muchas tradiciones han elaborado laberintos como un proceso de interiorización y conexión con lo más profundo del ser. El laberinto está universalmente reconocido como símbolo de Totalidad y Unidad. Hacer el camino de afuera hacia adentro, del día uno a l día séptimo es comenzar un proceso de renacimiento. Caminar lentamente, meditando, hacia el centro de nuestra vida de fe, construyendo altares en cada vuelta, avanzando siempre hacia el centro, para luego emerger hacia fuera por el mismo camino recorriendo nuestra vida, nuestra propia creación es encontrar la espiral de transformación y crecimiento.
En muchas catedrales existen laberinto diseñados para invitar a los creyentes a hacer el viaje interior hacia Jerusalén, el más conocido es el laberinto de la Catedral de Chartres (Francia) y su copia en la Catedral de San Francisco.

Para este ejercicio he tomado el laberinto de Shasta, En estados Unidos, es un laberinto de un solo sendero que conduce al centro, en él nadie se pierde pues no tiene caminos falsos. Una vez en el centro invita a la salida haciendo el mismo recorrido. Quise ubicar en algunas partes claves un día de la creación para detenerse, colocar allí una piedra que simbolice la ofrenda de ese día. Cada día se ofrece algo de mi existencia:

1.      el orden de mi vida,

2.      su purificación,

3.      su poder para generar vida,

4.      los astros que me acompañan,

5.      la vida que he generado

6.      el Adam que me habita, lo masculino y lo femenino en mí.

7.       La plenitud de mi vida, el encuentro con Dios.


Si deseas ver el laberinto de Shasta ve a las imágenes que están a tu derecha en el blog.

El camino hacia adentro facilita la peregrinación hacia nuestro interior, la búsqueda de la comunión y conexión con nuestro Dios. El espacio central es un lugar de meditación, contemplación y recepción de la conexión con la Unidad. El camino de vuelta, hacia afuera, conduce a la integración de las vivencias y sensaciones de la unión con el poder del Amor de la Unidad.
“Se afirma que si el laberinto se recorre con la mente y el corazón abiertos, se convierte en un espejo que responde a las preguntas acerca de quiénes somos y dónde estamos en nuestra actual vida”.

El laberinto es el camino hacia nuestro propio Centro

jueves, 29 de agosto de 2013

LA EJECUCION DE JUAN BAUTISTA Mc 6,17-29


LA EJECUCIÓN DE JUAN BAUTISTA
MARCOS 6,17-29

El 29 de agosto hacemos memoria en la Iglesia de la muerte de Juan Bautista. Leyendo con un poco de atención y centrada en los últimos acontecimientos de mi país, Colombia, los ojos se me abren a una posible lectura del texto.

Estas últimas semanas de agosto 2013 han estado marcadas por el paro agrícola, los campesinos están hartos de que los políticos prometan y no cumplan, están cansados de esperar que las políticas agrarias mejoren y sobre todo están sintiendo en carne propia cómo los tratados de libre comercio (TLC) no son para ellos una oportunidad sino más bien una pérdida de garantías para su trabajo y para su dignidad como familias campesinas.
Ellos al fin han alzado la voz y denunciado. Gracias a su grito muchos colombianos nos hemos sentido interpelados.

Al meditar el pasaje recordé como Marcos es un evangelio político, escrito en Roma, en un contexto en el que el Imperio Romano reinaba como amo y señor y en el que quienes descontrolaban el orden establecido eran ajusticiados. Quien denunciaba la política del imperio se convertía en enemigo y debía ser liquidado.  

Entonces, me permito hacer una lectura de este pasaje desde esa realidad del Imperio y desde la realidad de mi país.  

Desde esta óptica lo primero que me llama la atención en el texto es que los dos que tienen que ver con Juan el Bautista y su denuncia portan el mismo nombre: Herodes y Herodías nombre griego que quiere decir el héroe y la heroína. Los dos pretenden aparecer como héroes, los dos  son en el fondo una misma persona con dos polos que hacen parte del poder.

Herodías odia a Juan, le tiene rencor y busca darle muerte pero no sabe cómo hacerlo. Herodes le tiene respeto, sabe que es hombre honrado, lo protege, sigue sus consejos y lo escucha con agrado.

El poder odia y ama al mismo tiempo, busca matar al que se le opone pero también constata que lo necesita para asegurarse un lugar en el señorío.

Ni el uno ni el otro sabe como quitarse de encima al que incomoda, para ello hace falta un intermediario, un tercero, la joven bailarina que con su danza sabe cautivar y pide, aconsejada por el rencor, la cabeza del que levanta la voz para denunciar.

De esta manera se llega al crimen perfecto para callar la voz de quien molesta, la cabeza rueda y es servida en una bandeja como un trofeo.

Valdría la pena preguntarnos ¿Es culpa de la bailarina? ¿Quién está detrás del crimen?

Así, esta hoy la realidad de Colombia, un poder establecido que no se siente del pueblo, que no es aldeano, que ha olvidado sus raíces y parece tener rencor con los campesinos. Por otro lado ese mismo poder dice escuchar a los hombres y mujeres del campo, dice respetarlos, dice necesitarlos.

¿Y qué les propone? El baile cautivador y sensual del TLC que entusiasme en sus inicios y luego haga rodar las cabezas, que los mande decapitar y luego sirva sus cabezas en bandeja de plata como trofeos. ¿Y luego qué vendrá? ¿Quién se erigirá como héroe, Herodes, frente a la mirada internacional como quien ha solucionado los problemas?

Este texto da mucho para reflexionar en nuestro aquí y en nuestro hoy colombiano.

Aunque no tengamos cartas en el poder político siempre nos movemos entre el odio y el amor, entre el rencor y el aprecio. Es hora de revisar nuestros sentimientos y nuestras posturas. Pensemos en tantas cabezas que buscamos que rueden, pero que como no sabemos cómo hacerlo escrutamos medios para que parezcan ser frutos de una danza foránea y no fruto de lo que nos habita en nuestro interior.

Un abrazo fraterno a todas y todos                                                                      Hna. Ana Francisca Vergara A o.p.

viernes, 2 de agosto de 2013

LA ORACION DEL SEÑOR, El Padre Nuestro




El Padre Nuestro, la Oración del Señor, es la oración que evidentemente todos los cristianos privilegiamos. Pero recordemos que jamás la pronunciamos litúrgicamente sin preparación.

En nuestro rito latino la introducimos diciendo: “fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Padre Nuestro…

En el rito ortodoxo se introduce diciendo: “Haznos dignos, Señor, de tener la audacia en la alegría y sin la presunción, de llamarte Padre. Oh Dios de los cielos, y de decirte: Padre Nuestro…”.

Es una oración tan grande que exige atención y coherencia de corazón y labios. Preguntémonos si cada vez que la repetimos somos conscientes de lo que nuestra boca pronuncia.

Un padre en los cielos

Jesús nos invita a orar a partir de una certeza: somos hijos de un Padre común y por tanto hermanos. Esta oración muestra la relación con Dios que Jesús propone a sus seguidores. Quien ora es como un niño lleno de confianza que habla a su padre.

Si nuestro Padre está en los cielos, tomando la palabra cielos no como un lugar sino como una dimensión de santidad, podemos afirmar que como hijos estamos llamados a ser santos como El. Pues como dice San Pablo ¡Somos de su raza! (Hch 17,29)

Esta es una oración mesiánica, que solo Jesús en su tiempo podía haber hecho. Es lo más personal que tenemos de Jesús. Sus anhelos y aspiraciones son inmortalizados allí, y el espíritu que hará realidad esa oración ha realizado milagros en los corazones de los hombres. Gottlieb Klein, rabino de Estocolmo

 Una oración bien elaborada.

Si tomamos el Padre Nuestro como lo presenta Mateo encontramos que lo podemos dividir en siete partes. La oración que Jesús nos ofrece responde a los requisitos que su época exigía:

·    Debía contener siete peticiones

·    Debía tener una estructura tripartita: alabanza, petición y ofrecimiento de gratitud

·      Las oraciones siempre se tenían que ofrecer en plural.

Introducción: Padre Nuestro

1.  Tu Nombre sea santificado

2.     Tu Reino venga

3.     Tu voluntad sea hecha en cielo como en tierra

4.     El pan de cada día dánoslo hoy

5.     Perdón de nuestras deudas como perdonamos a los deudores

6.   No nos lleves a la tentación 

7.  Líbranos del Maligno

Conclusión: Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén.

Una manera de leer y meditar la Oración del Señor:

¿Y si leyéramos y meditáramos el Padre Nuestro por parejas entre las alabanzas y las peticiones?  Quizás lo oraríamos de manera diferente. Hagamos el intento:

 

Tu Nombre y líbranos del maligno: Proclamar el Nombre de Dios Padre, es estar convencidos del poder de su Nombre que libera de todo mal. el maligno es quien engendra el mal. Es en el Nombre de Dios que los grandes portentos se han realizado, en su Nombre Jesús hacia signos y prodigios. En su Nombre siente que puede superar la hora fatal:

“Ahora mi espíritu está agitado, y, ¿qué voy a decir? ¿Que mi Padre me libre de este trance? No; que para eso he llegado a este trance. Padre, da gloria a tu Nombre” Jn 12,28.


Tu Reino y pedir a Dios que no nos deje caer en la tentación: es proclamar que el Reino de Dios Padre es un Reino en el que el tentador no tiene lugar. En el que la salud y la salvación del hombre se hacen realidad:

Jesús recorría toda la Galilea enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y sanando entre el pueblo toda clase de enfermedades y dolencias. Mt 4,23

 
Tu Voluntad y el perdonar las deudas: es proclamar que la voluntad de Dios Padre es la de la armonía, la concordia y la paz.  La voluntad de Dios es perdonarnos siempre así como nosotros, sus hijos, estamos llamados a perdonar las deudas de los otros. Las deudas dicen más que las ofensas, las deudas no se olvidan, sabemos a quien debemos y quien nos debe, las ofensas muchas veces pasan inconscientemente.

¿No tenias tú que tener compasión de tu compañero como yo la tengo contigo? Mt 18,33

 
La frase central es:

El Pan nuestro de cada día dánoslo hoy.

 

El pan se refiere al maná que caía cada día para cada día. Afirmamos nuestra dependencia total de Dios Padre, pues solo pedimos para el día a día y es un pan comunitario. Como dice Éxodo 16, 17 es el pan que se necesita cada día, unos recogieron más otros menos, pero a nadie le falto. Sabiduría 16,20-26 nos recuerda que este pan se desea y pasa de ser pan material a ser pan Palabra.

El cristiano piensa en los otros, el que pide se identifica con las necesidades de la iglesia y de la nación. La oración no es individual, es comunitaria.

Elementos para meditar:

ü  ¿Qué incidencia tiene el pronunciar la Oración del Señor en mi vida cotidiana?

ü  ¿Cómo leeríamos el Padre Nuestro en nuestra comunidad de fe?

ü  ¿Qué nos exige orar personal y comunitariamente cada día y varias veces al día esta oración?