miércoles, 16 de octubre de 2013

DOS PARABOLAS EN LUCAS 18: El juez injusto y la viuda - el farisero y el publicano

Las dos parábolas que se siguen en el capítulo 18 de Lucas: EL JUEZ INJUSTO Y LA VIUDA y EL FARISEO Y EL PUBLICANO, no pueden ser leídas separadamente.

Las dos están unidas por la pregunta del versículo 8: Cuando llegue el Hijo del Hombre ¿encontrará esa fe en la tierra?

Son dos parábolas que parecen gemelas: tienen una introducción (versículos 1 y 9) en la que se nos dice la intención de Jesús al contarlas, lo que debe hacer el creyente. Tienen una conclusión (6-8 y 14) en a que se nos dice lo que Dios hace.

Las dos parábolas tienen dos personajes, uno que se cree sin necesidad de Dios y de los otros pues se basta a si mismo y otro que suplica la atención de quien puede escucharlo y hacerle justicia. Dios es quien verdaderamente hace justicia. Como la viuda, no podemos hacernos justicia a nosotros mismos.

La palabra clave en estas dos parábolas es justicia y su derivado justo.

En hebreo Tzedeq es justicia, de aquí sale Tzadiq, justo.
La palabra Tzedeq traduce al mismo tiempo inocencia, equidad, verdad, bondad, favor y gracia. atributos propios de Dios que es la Justicia misma.
El creyente está llamado a ser justo Tzadiq que traduce también: piadoso, virtuoso, inocente, favorable. 

Podríamos decir que estas dos parábolas nos hablan de la vocación propia de Dios, el Justo por excelencia: Hacer justicia a sus elegidos.
Y la vocación de los elegidos de Dios: Ser justos en su existencia y con sus hermanos.