martes, 16 de diciembre de 2014

¡NAVIDAD: ATENTOS PARA ENCONTRAR LA SEÑAL!


Un ángel del Señor se les presentó. La gloria del Señor los cercó de resplandor y ellos sintieron un gran temor. El ángel les dijo: —No teman. Miren, les doy una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy les ha nacido en la Ciudad de David el Salvador, el Mesías y Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un comedero. Lc 2,9-12.
 
La maravillosa señal que el mensajero anuncia a los pastores es fácil de hallar: un niño, envuelto en pañales y acostado en un comedero. Pero quizás difícil de comprender pues ofrece tres dimensiones del Emanuel, Dios entre nosotros: la vulnerabilidad de un recién nacido, su humanidad entre pañales y su entrega como alimento en el comedero. ¡La señal se encuentra en Belén!
 

Este es nuestro Salvador, Mesías y Señor, un Dios indefenso, hecho hombre como nosotros y que se ofrece en alimento, Él es pan partido y compartido. Nace en la ciudad de David, en Belén o mejor en Beth-Lehem es decir en la Casa del Pan.

Ir a Belén es comulgar con ÉL, alimentarnos de ÉL y compartirlo con los otros como lo hace María. Que lo fácil de encontrarlo nos lleve en esta Navidad a la contemplación de lo profundo de la señal.

Navidad es encontrarnos con los misterios de nuestra fe: El Señor Jesús que comparte nuestra existencia y nos invita a comulgar con él.


 Para todos un santo y feliz tiempo de Navidad.
Hna. Ana Francisca Vergara Abril O.P.

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